Tantas veces pensé en decirte...que eres capaz de brillar en la noche más oscura, y hacer desaparecer mis miedos. Una simple mirada bastó para rendirme a tí infinitamente. Tú y tu presencia, imponente, segura, llena de esperanzas. Eres sin saberlo una razón de mi existencia, por estos sentimientos inexplicables que hiciste crecer en mi corazón.
Y es que muchas veces pensé en decirtelo...pero hoy, como otras tantas veces, me quedé sin palabras al verte.